Antropología onírica

Antropología onírica

«Nuestra historia entera es solo la historia
de los hombres despiertos»

Georg Christoph Lichtenberg

La Antropologia de los sueños es una fascinante rama que estudia cómo diferentes culturas y sociedades entienden, interpretan y dan significado a sus experiencia oníricas, entendidas como experiencias culturales enraizadas en las prácticas sociales, espirituales y simbólicas de los pueblos del mundo.

Con el presente artículo se pretende dar una pincelada de algunos de los principales enfoques y abordajes desde la Antropologia al estudio de este inobservable mundo. A la vez se presenta una no convencional técnica etnográfica para obtener conocimiento a través del sueño.

Primeros abordajes al ignoto universo del sueño

Soñar y compartir los sueños es y ha sido esencial para muchas de las sociedades humanas y la misma Antropologia ha podido verificar que los sueños estimulan la creación de contenidos mitológicos, el autoconocimiento y la comprensión de la realidad social compartida.

En varias culturas, como algunos pueblos amazónicos, los chamanes utilizan sueños para curar personas o encaminar a su comunidad. Para los ancianos inuit de la región ártica, la alta tasa de suicidios entre los jóvenes se explica como resultado de la desaparición de la costumbre de narrar y compartir los sueños. Para los tzotziles mexicanos si una persona no sueña es porqué se encuentra dominada por la locura, y muchas de las tareas colectivas son influenciadas por sueños de individuos de la comunidad.  En Sudáfrica, los san conciben los sueños como una forma de comunicarse con el mundo espiritual y resolver conflictos existentes en la comunidad.

En los inicios de nuestra disciplina, y desde su prisma encarcelado por el racismo y el colonialismo, los primeros representantes europeos de las ciencias sociales como Herbert Spencer, otorgaban a los pueblos que tomaban en cuenta sus experiencias oníricas el estatus de pueblos inferiores incapaces de diferenciar la realidad de los delirios de la ensoñación.

Pero en Humano, demasiado humano (1878) Nietzsche reflexiona entorno a la idea central de que los sueños nos permiten conocernos mejor como especie, como cultura. Afirma que:

”En el sueño sigue operando en nosotros esa arcaica porción de humanidad, pues constituye los cimientos sobre los que se desarrolló y en cada hombre todavía se desarrolla la razón superior: el sueño nos devuelve de nuevo a remotos estadios de la cultura humana y pone a nuestra disposición un medio para entenderla mejor”.

Edward Burnett Tylor puede considerarse el primer antropólogo que se interesó seriamente por los sueños y ya propuso en Cultura Primitiva (1871) que las nociones de alma o espíritu habían nacido de la experiencia onírica de los hombres. Estaba particularmente interesado en la interpretación que se hacía de las visiones nocturnas por parte de los ‘onironautas’, por lo que desplazó su interés hacia las explicaciones desde la vigilia y le quitó el estatus de objeto etnográfico.

El interés de Malinowsky por los sueños de los nativos de la comunidad Omarakana en las islas Trobriand se dirigió también hacia la interpretación que hacían los ‘despiertos’ de sus propios sueños, centrándose en el uso que hacían de estos para justificar sus creencias. Evans-Pritchard llegó a hacer un tipo de inventario de los ‘malos sueños’ en sus estudios sobre los azande pero sin profundizar mucho en sus interpretaciones.

De las incursiones en la ciencia antropológica de Sigmund Freud recuperamos su posición en un ensayo escrito con su colega Oppenheim Los sueños en el folclor ( escrito en 1911 pero publicado en 1958), en la cual asumen el punto de vista de Tylor y se fijan en los comentarios y escenas de los cuentos populares alemanes que escarnecen los sueños de los personajes y afirman que ‘la interpretación se añade manifiestamente al símbolo’. Algunos críticos han señalado que Freud, a pesar de una afirmación tan relativista, creía en significaciones universales más de lo oportuno, sobre todo basadas en los ‘deseos reprimidos’.

Lévi-Strauss sugiere que el sueño no es deseo, como dijo Freud, y lo acusa de interpretar los sueños con arreglo a ‘obsesiones’ occidentales para luego elaborar una explicación universal. Freud ocupará, desde la óptica del antropólogo francés, el mismo lugar que el nativo azande o trobriandés en otros estudios.

Las incursiones desde nuestra disciplina se han hecho sobre todo desde la perspectiva cultural y simbólica analizando cómo los sueños reflejan las creencias, mitos y símbolos propios de cada cultura, que deben ser interpretados en su particular contexto cultural.

Se ha puesto atención en algunas de las prácticas rituales relacionadas con los sueños como ceremonias de interpretación, sueños compartidos o sueños inducidos con ayuda de plantas sagradas u otras substancias.

Desde la perspectiva PsicoSocial, más vinculada a la Psicología, se analiza cómo los sueños reflejan los malestares sociales, conflictos internos, roles de género en diferentes sociedades.

Tales planteamientos, cómo veremos seguidamente, han avanzado de la mano de nuevos abordajes antropológicos sobre las experiencias oníricas, afirmando su potencial metodológico como herramientas de obtención de conocimiento científico.

Soñar como herramienta de acceso al conocimiento antropológico

Es válido pensar que los contenidos del sueño participan de los procesos de representación y significación de la realidad mediante los cuales vivimos y habitamos el mundo.

¿Y si se incluyeran los sueños experimentados por el etnógrafo y sus interlocutores como herramienta de acceso al conocimiento del contexto real estudiado durante una investigación?

El contenido de los sueños ofrece conocimientos importantes sobre nuestras experiencias vitales, nuestras relaciones sociales y los vínculos entre uno mismo, el cuerpo y el mundo que
ocupamos (Hollan, 2004). La Incorporación de los sueños como herramienta de acceso a la realidad puede aplicarse también al ejercicio de la práctica etnográfica.

Tener en cuenta los sueños relacionados con nuestras investigaciones y los de nuestros interlocutores, puede ser un tipo de ‘práctica etnográfica de la noche’, puesto que la mente y los sueños estan afectados por experiencias culturales. Las cuestiones antropológicas investigadas, sus conceptos, prácticas culturales y sueños se encuentran implicados mutuamente (Galinier. 2010).

Eso supone preguntarse por lo que sentimos, pensamos y vivimos a través del cuerpo durante la existencia humana dedicada al dormir y en la práctica etnográfica podria motivar a discusiones profundas con las personas con las que compartimos una misma realidad.

Este proceso interactivo del soñar que nos permite comprender desde otra perspectiva la realidad vivida durante la vigilia es lo que el lingüista Dennis Tedlock llamó Teoría enactiva del soñar. ‘Enacción’ es el conocimiento adquirido durante el desarrollo mismo de la experiencia o acción ( ir en bicicleta, por ejemplo). Sólo podemos saber lo que han soñado los demás a través de sus narraciones, a través de un diálogo compartido, o del contenido onírico que se encuentra en poemas, canciones, imágenes visuales.

La mente y los sueños son afectados por las experiencias culturales, y a su vez, compartir y narrar los sueños contribuye a alimentar las formas en las que sentimos y pensamos tales experiencias (Hollan, 2004). Un sueño durante una práctica etnográfica puede ser susceptible de transformarse en conocimiento antropológico.

Conclusiones

Si los sueños poseen una estructura, una lógica organizativa interna o la lógica viene impuesta por lo social politico religioso, es todavía una cuestión sin respuesta. De hecho no hay nada definitivo acerca del conocimiento de las lógicas que organizan el universo del sueño.

La diversidad de culturas, cosmovisiones y símbolos nos sugiere que los sueños no son universales en su significado y son una buena via para el conocimiento en las ciencias sociales.

Aunque sea un evento no convencional respecto a las técnicas usualmente aprobadas por las
instituciones académicas, los sueños pueden ayudar a comprender algunos aspectos de la realidad, o permitir el acceso a algún tipo de conocimiento que de otro modo hubiera sido difícil.

Bibliografia


-Galinier, J. (2010) Anthropology of the Night: Cross disciplinary investigations.

-Hollan, D. (2004) The Anthropology of Dreaming: Selfscape Dreams.

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