En el siguiente artículo se hablará del trabajo de reproducción en el ámbito doméstico, la situación laboral de las mujeres autóctonas y de las mujeres migrantes en España. La brecha de género que existe dentro del ámbito doméstico. Los estereotipos asignados a las mujeres migrantes trabajadoras del hogar. La situación laboral de las mujeres trabajadoras del hogar migrantes. Se abordará de forma tranversal a los objetivos 8 y 5 de la agenda 2030. Por último, veremos las herramientas que usa la antropología social y qué aportaciones puede hacer con el fin de lograr los objetivos de la agenda.
¿Qué es la agenda 2030 y que países la ratifican?
En el 2015 la asamblea general de la ONU diseña una agenda con 17 objetivos y 169 metas que abarcan la esferas económica, social y ambiental, con el fin de promover el desarrollo sostenible. un plan de acción que beneficia a las personas, el planeta y la prosperidad, que además también tiene el objetivo de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Esta agenda la ratifican los Estados miembros de las Naciones Unidas entre ellos España. El mayor desafío que presenta esta agenda 2030 es la erradicación de la pobreza, de no lograrse no puede haber desarrollo sostenible.
Trabajo reproductivo en la esfera privada
En los países ricos, las mujeres autóctonas cada vez aceptan menos los puestos de trabajo en el sector de empleadas del hogar y cuidados, debido a que es un trabajo con poca movilidad laboral y es uno de los sectores con más precariedad. A lo largo de la historia el trabajo de reproducción siempre ha sido realizado por mujeres sin recibir un pago económico por ello, es una de las razones por la que se piensa que el trabajo doméstico es poco cualificado, sin embargo, durante la pandemia se comprobó que las trabajadoras del hogar y los cuidados son esenciales. Por otro lado, el trabajo se realiza dentro de la privacidad del hogar, esto da lugar a que puedan existir explotación y abusos. Añadido a esto el trabajo doméstico está en un lugar muy inferior de la escala ocupacional, en este sector las empleadas cuentan con salarios muy bajos, con las peores condiciones laborales, sufren de inseguridad y tienen pocas posibilidades de movilidad laboral.
En España las trabajadoras del hogar no tienen derecho a cobrar una prestación por desempleo, aun cuando el convenio 189 de la OIT dice que tienen este derecho, España se niega a ratificarlo. Las empleadas del hogar cobran solo un 75% de su salario cuando tiene una baja por enfermedad, el mismo que es pagado muchos meses después de su solicitud. Los problemas de salud de las empleadas del hogar provocadas por el trabajo no están reconocidos. Las trabajadoras del hogar sufren de dolores crónicos debido a que su trabajo es físico, también sufren depresión y ansiedad ya que su trabajo también es emocional. El trabajo de empleada del hogar y cuidados de personas dependentes es un trabajo que además de ser asignado a las mujeres en su papel de cuidadoras, no solo requiere la fuerza física, sino que además se emplea la parte emocional. Cuando hablamos de cuidados no solo estamos hablando de asear a una persona o de alimentarla, sino que se implican lazos emocionales por ambas partes, la cuidadora muchas veces se siente responsable del bienestar de la persona, no solo físicamente, sino que la persona a la que cuida esté bien emocionalmente.
En los países desarrollados se está dando un incremento de la mano de obra en el sector de los cuidados y del hogar. El hecho de que sean las mujeres migrantes las que ocupen estos puestos de trabajo nos muestra que existe una desigualdad en cuanto a clase y a etnia (Parella, 2003) ya que son las mujeres autóctonas las que son vistas como cualificadas y las que se incorporan al mercado de trabajo mejor cualificado. Esto no quiere decir, sin embargo, que las mujeres autóctonas tengan todas las facilidades para incorporarse a trabajos cualificados, la brecha salarial, y la conciliación familiar sigue siendo un problema para ellas. La incorporación de las mujeres al mercado de trabajo en los países desarrollados ha dejado un lugar vacío en el espacio doméstico y de reproducción en el hogar. Por otro lado, los estudios de género muestran que el hombre no ha ocupado ese lugar que se queda vacío. Es aquí donde entran las mujeres inmigrantes, que son vistas como un ejercito de mano de obra de reserva, que es barata y flexible. Lo que permite a los hombres seguir al margen de la reproducción del hogar (Parella 2003). Cuando el hombre interviene en la reproducción del hogar, lo hace desde su posición de privilegio, sobrecargando las tareas a la trabajadora del hogar.
Como se menciona anteriormente el trabajo doméstico es en el ámbito privado, la inestabilidad laboral de las trabajadoras del hogar en ocasiones oculta situaciones de abuso por parte de los empleadores, bajo la forma de familiaridad y patronaje (Ambrosini.1998). El trabajo doméstico es una combinación de trabajo con relaciones interpersonales, los empleadores muchas veces se aprovechan de la confianza sobrepasando el horario estipulado o las tareas a realizar, retribuyendo menos de lo debido. En ocasiones los empleadores pueden tomar una actitud paternalista hacia la empleada, sobre todo si es muy joven, las ayudas en cuestiones personales o familiares pueden llevar a favorecer la dependencia o sumisión por parte de la empleada frente a su empleador (Parella, 2003).
Algunos de los motivos por los que las mujeres migrantes no tienen acceso a trabajos cualificados, son los estereotipos asignados a ellas. Por una parte, se piensa que vienen de un lugar tradicional y poco desarrollados, y por otro lado se piensa que las mujeres occidentales son modernas y por lo tanto mejor preparadas académicamente. Los estudios recientes por parte de la antropología social muestran que muchas mujeres trabajadoras del hogar están preparadas académicamente, pero al llegar a España y no contar con un permiso de trabajo, aceptan ser trabajadoras del hogar. Posteriormente cuando obtiene su permiso de trabajo se encuentran con que ser trabajadora del hogar es una especie de estigma que impide encontrar un trabajo acorde a la preparación académica. La burocracia para homologar los títulos académicos es también un impedimento para acceder a un puesto de trabajo. Muchas migrantes terminan por seguir siendo empleadas del hogar al encontrar tantas barreras en el mercado laboral.
Herramientas y aportes de la antropología social
La antropología es una ciencia social que tiene herramientas para desarrollar a cabo estudios que dejen ver la parte cualitativa de los grupos estudiados. El trabajo de campo es una herramienta muy cercana y humana que permite a la antropóloga conocer y vivir muy de cerca la situación en la que se encuentra en grupo con el que se trabaja. Las historias de vida que son básicas en antropología social permiten conocer la parte humana de las personas con las que se trabaja. Las entrevistas abiertas permiten que la persona informante pueda expresarse abiertamente de cualquier tema.
A través de las teorías sobre migración, desarrollo y género la antropología puede aportar una perspectiva mundial, teniendo en cuenta el centro países ricos y periferia países pobres, partiendo de los datos empíricos que muestran que el trabajo de reproducción esta mercantilizado y es un exponente más de las desigualdades a escala mundial. Teniendo en cuenta la interacción que hay entre capitalismo y patriarcado, se puede explicar por qué cada vez son más las mujeres que se ven obligadas a abandonar su lugar de origen para ir a los países a trabajar en los trabajos reproductivos y por qué es la fuerza de trabajo femenina la que se requiere y no la de los hombres. “El estudio de la proliferación de los servicios de proximidad nos remite ineludiblemente a uno de los debates más centrales del feminismo: el genero no es una categoría universal, sino que el significado de la condición de mujer se define en función de la etnia y la clase social” (Parella 2003 pp. 350)
Bibliografía
Ambrossini, M (1998): Intereses Ocultos: La Incorporación De los Inmigrantes En La Economía Informal.
Parella Rubio Sonia (2003): Mujer, Inmigrante y Trabajadora: La Triple Discriminación.